Cómo corregir en los niños los malos hábitos adquiridos a la hora de agarrar el lápiz para escribir

A menudo, los problemas de escritura en los niños están vinculados al control inadecuado del lápiz. Esta dificultad puede persistir en niños mayores y puede dificultar su capacidad para aprender la escritura minúscula. Además pueden ejercer una mayor presión por realizar un agarre incorrecto que puede provocar dolor en la mano, dedos y/o muñeca.

Para corregir estos defectos, debemos asegurarnos de que el niño tenga cogido el lápiz  en una posición cercana a la punta y no demasiado lejos de esta. El pulgar y el índice en los lados y el dedo medio por debajo. Esa es la manera correcta de agarrarlo. Hay unos adaptadores ergonómicos especiales que se ponen en  los lápices, que ayudan a que el niño posicione los dedos correctamente a la hora de escribir.

Hemos de tener en cuenta también de que hay otras cosas que podrían estar entorpeciendo la escritura a mano del niño, y hemos de comprobar que todo esté bien colocado para facilitarles la tarea. Por ejemplo, el papel debe estar en posición correcta, lo que significa que se debe inclinar ligeramente hacia la izquierda para una persona diestra, y ligeramente hacia la derecha para un niño zurdo. La posición de los niños también es muy importante. Deben estar sentados con la espalda recta,  los pies firmemente plantados en el suelo y debe mover la muñeca al escribir y no el brazo.

Una vez que comprobamos los anteriores aspectos, y los hemos corregido, ya sólo nos queda poner al niño a practicar repetidamente ejercicios en los que le sean necesarios el uso del lápiz. Ya sea escribiendo, copiando palabras, haciendo pequeños dictados, realizando trazos, etc. Practicando y con paciencia es la única manera para que el niño se acostumbre a la nueva forma de agarrar el lápiz. Y no debemos olvidar que debemos supervisarlo mientras lo realiza para comprobar que las correcciones se llevan a cabo y dan los resultados esperados.